viernes, 31 de mayo de 2013

1996: Y montamos el Guirigay...

En diciembre de 1996, la gente del Centro Internacional de la Juventud (le han puesto muchos nombres; pero el que lo diseñó, lo inauguró, le di nombre y le di sentido, fui yo) convocaba unas veladas en torno a la poesía. Aquella noche tocaba “la homosexualidad”. Asistimos mucha gente, más de veinte, tal vez treinta. Entre ellos, yo y el que, semanas después se convirtió en mi compañero. De allí salió la chispa para constituir un colectivo gay en Coslada. Yo era miembro, desde hacía años, de COGAM. Pagaba la cuota, pero no iba a casi ninguna actividad. ¿Por qué? Es fácil entenderlo, COGAM trabajaba en Chueca y yo vivía en Coslada… Para conseguir la igualdad, lo importante no era luchar donde ya había igualdad, sino donde se necesitaba.
Muchas vueltas, decidimos el nombre, aunque no lo registramos como asociación hasta mediado el 97. No teníamos era alguien que lo liderara. Se ofrecieron Alberto (de Vallecas) y Siro, su amigo, que vivía en Coslada. No era un problema de vergüenza; yo era director de Participación Ciudadana y hubiera sido un inconveniente conceder subvenciones a una entidad en cuya dirección estaba. Lo que sí podía era arrimar el hombro. Y las ideas.
Pronto sacamos un fanzine. “El Gayinero”. Lo diseñaba yo, lo enmaquetaba yo y lo redactaba yo. Un día nos dieron un premio los de Nuevas generaciones del PP. Yo titulé la crónica “Ponga un gay en su chimenea”: Siro se enfadó y dimitió. Asumió la presidencia Jose Serrano pero cuando encontró trabajo fuera de Coslada, no me quedó más remedio que asumir yo la presidencia.
Todo por la visibilidad. “El Gayinero” se distribuía por todos los pubs de Coslada y Sanfer. Es verdad que  lo leía muy poca gente. Pero como teníamos una sección dedicada a meternos con los políticos locales, teníamos garantizado que todo concejal que se preciara de progre, estaba al tanto de si salía (o no) en aquella sección. Necesidad de protagonismo; también poníamos a caldo el “ambiente“ (la gayina chueca) y no por eso, nuestra revistilla se leía en Madrid. El caso es que un día, hasta la propia Montse, me contó que “yo tenía algo contra ella”, precisamente por uno de los pocos artículos que yo no había escrito.

Eran tiempos en que los gays empezábamos a comernos un mundo que queríamos hacer nuestro. Fuimos los primeros en abrir un chiringuito en las fiestas de un pueblo. Entre Lorenzo con sus travestismos y la gente del “Bola de Cristal” con su apoyo, conseguimos ser el espacio más visitado de todas las fiestas de Coslada. Eso sí, ya me encargaba yo de coordinarlo, decorarlo y, sobre todo, de contar cada peseta o euro a las 8 de la madrugada. Antes de llegar al siglo XXI, no sólo los bares de Coslada se peleaban por poner nuestra pegatina de “este establecimiento respeta tu identidad sexual”. Nos quedamos alucinados el día en que supermercados Plaza también nos las pidió,
Colgamos el cartel de gay a los cines de La Rambla con una Muestra de Cine que me enseñó a programar. Invitamos a actores y directores. Recuerdo aquella vez en que, tras la epopeya para conseguir la copia de “La Muerte de Mikel”, me preguntó Imanol Uribe que por qué aquel esfuerzo: “es la película que ha dado sentido a mi vida” le respondí. Salimos a la calle a decirle a la gente que no diera dinero a una iglesia discriminadora. Fuimos un pueblo en vanguardia contra el SIDA, a pesar de lo duro que era repartir condones cada 1 de diciembre en todos los garitos de Coslada. El ayuntamiento en pleno aprobaba repartir lubricantes junto a los condones. Por unanimidad.
Ganamos una ciudad para la igualdad. Y ganamos un respeto que se convirtió en voto cuando, en los encuentros LGTB de Navacerrada de 2001, apoyamos la moción de XEGA para no seguir luchando por la ley de parejas de hecho sino por el matrimonio. Beatriz Jimeno, aquella buena presidenta de la FELGTB, argumentó en contra. Yo, en uno de mis mejores momentos de inspiración verbal le expliqué que el arroz de la ley de parejas se estaba pasando; que ahora, la paella de la igualdad se cocinaba con leyes de matrimonio. Gané la votación por un voto. Bea se enfadó conmigo pero, en tan solo 3 años, tuvimos ley de matrimonio.
En 2003, Huélamo me volvió a proponer ir en su candidatura. Yo lancé una nota de prensa dimitiendo de la presidencia de Guirigay para presentarme a las elecciones a cambio de exigir una Concejalía de Igualdad que contemplara, también, a gays y lesbianas. Huélamo me recriminó que nunca nadie le había exigido nada. Pero yo soy así, exigente. Y no sólo Huélamo tragó, también el PP de Coslada. Lástima que aquella sociata del pelo teñido de rubio, se cargara la concejalía cuatro años más tarde cuando llegó al poder de la mano del PSOE. 
Es lo que tiene que, cuando te quedas sin argumentos, le dices a tu novio que le grite a aquellos dos maricones “¡¡¡¡¡Mariccooooooooonessssss!!!!!”. Puedes ir en las listas de un partido de izquierdas; pero eres alguien muy, muy reaccionario. Y Guirigay sirvió paras muchas cosas. Una de ellas, para saber quién estaba -en el momento adecuado- por la libertad, por la igualdad y por la fraternidad. Queridas Montse, Marisa y Charo, llegasteis demasiado tarde, no fuisteis muy creíbles. Aunque, claro, lo hicisteis mucho mejor que la mayoría de los tíos de vuestros partidos.
Siete años más tarde de disolverse (tras la igualdad social, el auge de Chueca y el espacio de relación que es internet, un colectivo local no tenía sentido), Guirigay sigue siendo un referente de lucha y organización en el Corredor del Henares. Quedan, por supuesto, los buenos recuerdos de la buena gente; de Antonio, con quien no me porté muy bien, de Paco -un gran presidente- y de Sebas.

Fue un proyecto que dejó huella en la ciudad, que contribuyó en este pueblo al fuerte cambio social a favor de la diversidad. Y no sólo lo dice su fundador y expresidente.









2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. No sé si aún recibirás comentarios de este blog. Pero me ha hecho ilusión leerte. De vez en cuando busco por google que fue de aquella asociación de Sanfer que nos acogió a mi novia y a mí en un momento duro de nuestra adolescencia y.... me he encontrado con esto, y fotos nuestras!! Esa relación murió hace mucho tiempo, pero guardo con mucho cariño recuerdos de esos años locos siendo als bolleras del insti y descubriendo el ambiente de Coslada y Sanfer.

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